En este artículo se describe una aproximación de campo realizada en la comarca del Bages de marzo a julio de 2024 en el marco de un proyecto de investigación titulado “Interfaces entre viñedos y bosques: ubicaciones estratégicas para planificar un territorio resiliente”. Este planteamiento puso de manifiesto el papel estratégico de los actores de la viticultura de este territorio propenso al fuego, especialmente en lo que se refiere a su situación respecto a los bosques.

El objetivo de la investigación en el Bages es examinar cómo abordar a partir de la prevención del riesgo de incendio las prácticas agrícolas existentes en este territorio, cuyo patrimonio está muy vinculado a la viticultura. El objetivo es determinar si estas prácticas, interfaces y ubicaciones pueden ofrecer oportunidades de prevención del riesgo de incendio en este ámbito.

Coline Pacton, Paysagiste conceptrice

PhD at the Università degli Studi di Genova, CLOE project (MSCA Cofund)

Del patrimonio vitícola a los paisajes forestales

El patrimonio vitícola del territorio de Bages sirve de punto de partida para estudiar el papel actual de esta práctica. El enfoque adoptado se basa en un estudio de campo destinado a comprender mejor los paisajes recorriéndolos y conociendo a las personas que los configuran hoy. A pesar del abandono significativo, todavía se pueden encontrar rastros de la importancia de la viticultura en toda la comarca: a lo largo de los caminos, cerca de pueblos, pero sobre todo bajo árboles donde todavía hay bancales o tinas, testigo de este tiempo pasado. Aunque los paisajes vitivinícolas han dejado paso a los boscosos, algunos hechos recientes, como el incendio del Pont de Vilomara del año 2022, han revivido estos paisajes antiguamente cultivados, planteando interrogantes sobre su persistencia a pesar del abandono. Actualmente, la viticultura se encuentra en la comarca de forma dispersa, como islas dentro de una vasta área forestal, especialmente vulnerable al riesgo de incendio. El reto es comprender el papel potencial de estas situaciones específicas para mitigar y gestionar ese riesgo.

Prácticas vitivinícolas dispersas y aisladas: ¿una posible red en el territorio?

El estudio se focaliza en el sur del Bages, para conocer algunos de los viticultores en activo. Hoy estos actores pueden distinguirse por su posición geográfica en la comarca, pero también por los modelos de producción que emplean: productores adscritos a la cooperativa Artés, viticultores-enólogos al frente de grandes fincos, propietarios de fincos familiares, nuevos actores en proceso de implementación. A pesar de la diversidad de contextos, los encuentros y reuniones han resaltado temas de reflexión sobre las dificultades comunes: el interés por la calidad del suelo, la gestión del agua, pero también una necesidad constante de adaptarse cada vez más a eventos climáticos impredecibles, así como la preocupación sobre las herencias y la cesión de explotaciones. El análisis de estas cuestiones nos lleva a identificar dos grandes dinámicas en marcha en la región, que son interdependientes.

En primer lugar, se ha establecido una espiral viciosa que enlaza una serie de cuestiones. Por ejemplo, las dificultades en la transmisión de los viñedos están estrechamente vinculados a problemas de producción y rendimiento, vinculados también a la combinación de condiciones climáticas desfavorables y una administración que lucha para afrontar y adaptarse al ritmo de los cambios. Esta dinámica lleva a menudo al abandono. La otra dinámica observada, que también deriva del abandono, es la concentración de prácticas en determinadas zonas concretas del Bages, especialmente en grandes fincas, reduciendo la presencia de la viticultura en todo el territorio. Sin embargo, la presencia de viñedos en situación de interfaz, y su dispersión por la zona, son cuestiones vitales, como nos recordó el Grupo de Refuerzo de Actuaciones Forestales de los Bomberos de la Generalitat durante el taller realizado en diciembre de 2024 en la cooperativa Artium de Artés. Muchas de estas islas vitivinícolas se encuentran cerca o dentro de los bosques, y representan "pruebas piloto" para estudiar las interfaces con los bosques. En este sentido, la situación geográfica diferente, confrontadas con diferentes especies, topografía y suelos, se convierte en una fuente fértil de información sobre formas de gestionar estas interfaces mixtas en otros puntos de la comarca, e incluso más allá. Este enfoque nos permite prever oportunidades para la creación de redes de actores y prácticas dentro del territorio, dando lugar tanto a la activación de estos viñedos en interfaz en el contexto de la prevención del riesgo de incendios, así como a considerar su sitio en una visión global y territorial.