Numerosos estudios recogen las nefastas consecuencias que los megaincendios tienen para el suelo de los bosques mediterráneos. La virulencia de estos fuegos afecta a las capas internas del suelo y genera un contexto muy dificultoso para la recuperación de la masa forestal. Y estas dificultades se agravan todavía más cuando, después del incendio, se produce un escenario de lluvias torrenciales.

 Investigadores del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya (CTFC) y del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) recomiendan acciones rápidas después del incendio para garantizar una gestión adecuada previa a la llegada de las lluvias. Las dos instituciones hace años que estudian el incremento de la erosión en los bosques mediterráneos y las cifras que han recogido muestran pérdidas de masa forestal que, de ninguna manera, podemos despreciar.

Si queréis profundizar en las conclusiones a las que han llegado, podéis hacerlo en este enlace.